ULTIMÁTUM DE MÉDICOS Y CLÍNICAS A IOMA, ANTES DE CORTAR PRESTACIONES

Los médicos y las clínicas que trabajan con IOMA, seguramente cansadas de esperar que se ponga en funcionamiento el nuevo listado de prácticas de IOMA, dieron un ultimátum al Instituto. El conflicto entre el Instituto Obra Médico Asistencial (IOMA) y los médicos y clínicas llegó a su punto máximo con un ultimátum por parte de los últimos a la obra social, si no se pone en práctica el nuevo listado de prácticas que se acordó en abril.
Las entidades que nuclean a profesionales médicos, clínicas, sanatorios y establecimientos de alta complejidad advirtieron el miércoles último, que «la demora en la implementación del nuevo nomenclador resulta insostenible para el sistema sanitario», y advirtieron que, de no concretarse su puesta en marcha la próxima semana, «los médicos no nos garantizan la continuidad de las prestaciones» a través de IOMA.
«Tenemos que reconocer a las Sociedades Científicas, a FECLIBA y ACLIBA, al CEMIBO y la AMP pero también al IOMA, porque todos trabajamos codo a codo para generar un nomenclador nuevo, que genere un sistema más equitativo, eficiente, transparente y mejor para el afiliado», dijo Eduardo Martiarena, representante de la Concertación de Entidades Médicas Independientes Bonaerenses en declaraciones periodísticas.
Sin embargo, a tres meses de la firma del acuerdo para que entre en vigencia, «no logramos que las autoridades le den curso», agregó.
Por eso, anunció que las entidades nucleadas en CEMIBO se reunirán en Balcarce, a fin de definir qué hacer, «porque los médicos que se han dedicado con vocación, profesionalismo y paciencia a generar un nuevo nomenclador, no nos garantizan poder seguir trabajando en estas condiciones: el sistema colapsa porque no saben con qué guía regirse para la facturación».
En abril pasado, las entidades acordaron con el IOMA un nuevo nomenclador que no se renovaba desde el año 1958 y que organiza las prácticas y mejora la forma de pago de los honorarios profesionales.
Pero a tres meses de lograr este consenso, la obra social bonaerense no puso en marcha su funcionamiento. Según afirman, «falta la firma de los organismos de la Constitución, que son necesarios para su implementación». Eso generó el malestar entre los profesionales y federaciones de clínicas.
Para Martiarena, «aun hoy la Provincia no termina de ponerlo a marcha y nos obliga a trabajar por homologación de prácticas que no son siquiera parecidas, es decir que nos están obligando, lisa y llanamente, a mentir».
Este último comentario fue en referencia a que los estudios y tratamientos actuales no figuran en el antiguo nomenclador, ya que data de 1958, cuando no existía la mayoría de las prácticas médicas vigentes.