¿ PORQUÉ NO CUBRIMOS MAS LAS SESIONES DEL CONCEJO DELIBERANTE?

Desde 1985 -fecha de aparición de Verdad e Investigación- prácticamente no estuvimos ausentes en ninguna sesión del deliberativo local. Ni cuando estaban en el edificio de los Bomberos en 14 y 145, ni cuando comenzaron a sesionar en el nuevo recinto de Mitre y 14, y tampoco en el actual Concejo, 15 y 131.
El director de este Semanario, Jorge Tronqui, fue -lejos- el periodista decano del Concejo, aunque nunca reconocido ni por el municipio ni por el propio Concejno Deliberante.
Por órden de Mussi o de Patricio Mussi, siempre se entregaron distinciones o reconocimientos a «la trayectoria» de distintos medios, pero nuestro Medio -el segundo mas antigüo de Berazategui- nunca tuvo ese privilegio.
Pero el año pasado, cuando la pandemia marcó un cambio sustancial en la vida del planeta y de Berazategui, hubo que adecuarse a la situación.
El Concejo Deliberante de Berazategui, por orden del intendente Juan J. Mussi aplicada por su adlátere Gustavo Roesler, impidió la presencia de la Prensa en las sesiones, pese a que el Gobierno Nacional y el Provincial determinaron que el periodismo era una «actividad esencial».
Poco le importó al poder político local. En las sesiones se hacían presentes amigos, novias de concejales, empleados municipales pero se le impedía el ingreso a la Prensa.
Llegaron a convocar a seis efectivos uniformados para impedir que el periodista Tronqui ingrese a las sesiones. El concejal mussista Carlos Martino no dudó en decírselo en la cara al periodista ‘jaqueado’ por los concejales oficialistas: «Si querés entrar, tenés que hablar con Mussi, él no quiere que entres…».
Sin embargo, la prohibición fue avalada por los demás concejales, no solo por los oficialistas. Todos apoyaron la medida. Todos bailaron al compás del intendente.
Pero… ¿Porqué tanta dureza en impedir el ingreso del periodista?
Es que con el efecto ‘pandemia’, el Concejo Deliberante decidió prescindir del gasto de los taquígrafos que tienen la misión de volcar a sus escritos todo lo tratado en las sesiones. Cumplen una labor parecida a la de un escribano, que debe fiscalizar la autenticidad de lo tratado en las sesiones.
Cuando Verdad e Investigación denunció la ausencia de los taquígrafos, y que una simple empleada del Concejo filmaba las sesiones -que carecen de validez hasta el día de hoy- atacaron con todo al medio de prensa, prohibiendo su ingreso a las sesiones, lo que terminó provocando la reacción en cadena de la prensa local, zonal y medios nacionales, e inclusive la intervención de Foros e instituciones por la Libertad de Prensa.
Al municipio no le quedó otra mas que levantar la absurda prohibición.
Pero todos los concejales fueron cómplices del ataque a la Libertad de Prensa. Todos callaron.
No hubo una sola expresión firmada, en contra de la medida. Los mismos concejales que defendieron a capa y espada a Gabriel Kunz, que salía en los medios nacionales por sus estafas, encubrieron hasta hoy mismo al citado edil, quien pese a no concurrir a las sesiones, no lo removieron de su banca…
La Prensa tiene expectativas que el próximo presidente del Concejo, Marcelo Romio, abra mas las puertas a la Prensa, aunque nosotros somos escépticos ya que Romio fue uno de los que miró para otro lado cuando ocurrió lo de Tronqui.
Hacemos votos sinceros para que ésto no vuelva a ocurrir, para que los Concejales de Berazategui procedan con entereza y honorabilidad, y especialmente para que Dios conceda al intendente municipal Juan Josdé Mussi, la sabiduría necesaria para proceder como corresponde, con la equidad necesaria en los momentos difíciles que vuelva a afrontar…