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UN PUEBLO CON HAMBRE, EN UN PAIS DESBORDADO DE ALIMENTOS…

Hace años ya, que se viene trabajando activamente sobre la cultura del Pueblo Argentino, implantándole a cada ciudadano que somos «pobres», algo casi utópico si se toma en cuenta que si hay algo que no le falta al país, es todo tipo de alimentos, en los cuatro puntos cardinales del territorio…
Increíblemente, ya con la vuelta de la Democracia, la primera ‘gran acción’ del Gobierno civil fue crear la caja ‘PAN’, un triste ‘Plan Alimentario Nacional’, una dádiva nacida en la Casa Rosada creada para, desde ese momento, instituir en las mentes de los argentinos que «necesitamos la asistencia alimen-taria del Gobierno», increíble si se toma en cuenta que si hubo algo que estaba vivo, era el campo y la producción agrícola tras la salida de los militares en el poder.
En el país de las vacas y las gallinas, comenzaron a nacer los planes asistenciales oficiales que incluyeron importar pollos desde el exterior, como respuesta al pésimo manejo radical sobre la economía que empujó al país en la hiperinflación mas grande registrada en la historia del país.
Con una inflación que crecía exponen-cialmente y para intentar bajar los precios, Ricardo Mazzorín, entonces secretario de Comercio Interior del presidente Raúl Alfonsín decidió importar 38 mil toneladas de pollos desde Hungría.
Fue en 1988 cuando ya el presidente no encontraba ningún camino para controlar la imparable hiperinflación.
Encima, el ‘gran negocio’ de Mazzorín fue contratar frigoríficos donde almacenar los pollos, siendo que gran parte de esas toneladas terminaron echándose a perder y fueron relleno sanitario del CEAMSE.
Despues fue el turno de Menem, quien para no ser tildado como Alfonsín por la grave situación del país, creó el ‘1 a 1’ con el cual -increíblemente- un dolar valía un peso argentino!
Ya no éramos pobres, teníamos el dolar con circulación normal en el país, y los billetes estaban en los bolsillos de los argentinos con mas frecuencia que los propios valores nacionales!
PASO A PASO LA
‘POBREZA’ CONSTRUIDA
Los sucesivos gobiernos nacionales, que llegaron para «combatir la pobreza», arruinaron al Pueblo -especialmente los sectores mas bajos- con sus políticas de sometimiento económico, que les permitió crear el gran negocio del clientelismo político.
Las cifras reales confirman que en los últimos 100 años, el promedio anual de inflación fluctuó en el 100%.
Sin embargo, el Gobierno de Raúl Alfonsín estableció -y duro- el inexorable camino a la pobreza, que abrió las puertas del «asistencialismo oficial, a cambio del voto del necesitado».
En 1989, año en que -dos meses antes de corresponder- el presidente chascomusense entregó el mando de la Casa Rosada al pero-nista riojando Carlos Menem, la hiperin-flación anual -reiteramos: anual- alcanzó el 688%, que selló la cifra mas alta en la historia de nuestro país, que selló a fuego un 3.079% de hiperinflación acumulada entre 1983 y 1989.
Los ‘planes’ del gobierno ingresante el 10 de diciembre de 1983, inciaron una escalada del índice de pobreza oficial que arrancó con un 22% en 1983 y fue parejo hasta 1989, que con la llegada de Menem se escribió la cifra oficial del 47% de pobreza en el país.
Cuando Menem terminó su mandato, dicho índice se mantenía en el orden del 22%, pero cuando el ex gobernador de La Rioja y primer presidente reelecto desde la vuelta de la Democracia dejó la Rosada en 1999, la cifra marcaba un 27% de pobreza en los argentinos.
Cuando su sucesor Fernando De la Rúa (Alianza) partió en helicóptero desde el techo de la Casa de Gobierno, el índice de pobreza en Argentina estaba en el 46%.
Con el ingreso de Eduardo Duhalde y de haber dejado sin efecto el ‘1 a 1 que sacudió la economía del país elevando a «4 a 1» la comercialización del dólar, la pobreza alcanzó un pico del 66% pero con promedio de 37% anual.
Néstor Kirchner recibe la conducción del país con un 62% de pobreza y crea todas formas posibles de asistencialismo, que incluye subsidios -mal llamados ‘planes asistenciales’- que llegaron para quedarse hasta el día de hoy (2022) lo que descarta la denominación de ‘subsidio’ (algo temporal) y convierte en dádiva eterna…
Kirchner no da datos concretos sobre los índices tanto inflacionarios como de pobreza, al punto que en la primer presidencia de Cristina Fernández directamente el INDEC deja de publicar las cifras y desde la secretaría de Comercio Interior de la Nación comienza a multarse a cualquier entidad o institución que de a conocer cifras que no sean oficiales.
Literalmente, silencian la realidad argentina para ‘esconder bajo la alfombra’ la realidad de nuestro país…
En 2015, cuando Cristina Fernández termina su mandato presidencial, la pobreza en el país estaba en el 30%. Cuando Mauricio Ma-cri deja la Casa Rosada en 2019, la pobreza estaba en el orden del 35,5%.
MUCHO ALIMENTO,
MUCHA POBREZA
Las estadísticas actuales publicadas por el INDEC señalan que estamos casi con un 40% de pobreza en el país.
Pero lo que llamó la atención en los principales países del Mundo, es que esa cifra de pobreza choca de frente cuando se ven imágenes de supermercados, almacenes, carnicerías etc llenas de alimentos.
Y encima, cuando se conocen los números de las toneladas de alimentos que salen de Argentina a la mesa de los habitantes del Mundo, vemos que en el período acumulado este año contra el año pasado, se refleja un aumento en volumen de exportaciones del 16,7% y de 0,4% en valor, que plasman 31,2 millones de toneladas y 17.100 millones de dólares exportados, respectivamente.
Que 4 de cada 10 argentinos estén bajo el nivel de pobreza, y peor aún, que la tasa de indigencia se situó en el 10,7 %, o sea que mas del 10% de la población de uno de los países mas ricos del planeta, es indigente.
Exportamos alimentos, combustible, carnes porcinas, vacunas, camélidas, frutas y verduras de todos los colores y todo lo que hace a la riqueza de una nación, pero su Pueblo ingresa a donde venden -en este país- esos alimentos y no los puede comprar, hablan a las claras de que no hay una pobreza como resultado de una situación político – económica, sino de una planificación bien hecha por los enemigos de la Patria.
Increíblemente, mientras la gente no puede acceder a una alimentación básica para sus familias, el Gobierno compra -con los dineros de nuestros impuestos- millones de toneladas de alimentos que enviarán en camiones con acoplado, a los galpones de las organizaciones afines a ‘La Cámpora’ y a la propia conducción kirchnerista, para que repartan como dádivas propias lo que fue comprado con el dinero del Pueblo.
Un clientelismo lastimoso pero que -increíblemente- sigue recibiendo los votos de la gente…

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