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MILEI, SU LENGUA CÁUSTICA Y LO QUE PODRÍA OCURRIR EN ARGENTINA SI ES PRESIDENTE

Javier Milei, al papa Francisco lo calificó de «demonio encarnado en la Tierra» y de «comunista».
A los economistas y periodistas, de «burros» y «mogólicos». Y a los dirigentes socialistas, ideología por la que siente una especial aversión, de «excrementos humanos».
Si hay una cosa que caracteriza a Javier Mileikowsky Lucich -Javier Milei-, es su lengua cáustica.
Sus constantes agresiones, le han acarreado críticas de distintos sectores políticos, intelectuales y religiosos, que advirtieron sobre «el peligro de su discurso de odio».
Sin embargo, no parecen hacer mella entre muchos votantes enojados por la galopante inflación, la inseguridad y la corrupción.
En la recta final para los comicios del 22, Milei permanece como el candidato con más de 30% de apoyo.
Los exabruptos son vistos como «un mal menor» del postulante de La Libertad Avanza -quien se proclama ajeno a la clase política tradicional a la que llama despectivamente ‘la casta’- y según analistas no le restarían una significativa cantidad de votos frente a sus dos principales rivales: el ministro de Economía Sergio Massa, de la peronista Unión por la Patria, y Patricia Bullrich, de la opositora Juntos por el Cambio.
Según cuatro encuestas publicadas por medios de prensa esta semana, Milei obtendría en promedio 33% de apoyo, seguido de Bullrich con 29% y Massa con 25%.
Según analistas, «el ultraderechista representa al líder que puede conseguir un cambio radical con propuestas novedosas, más allá de su viabilidad, como cerrar el Banco Central y dolarizar la economía para contener una inflación de más del 124% anual».
«Milei no tiene términos medios en sus cate-gorizaciones y respecto de las relaciones con los demás», dijo a AP Gustavo González, director del Observatorio de Psicología Social Aplicada de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires.
Las «virtudes» que la gente le ve al candidato son «la honestidad, la frontalidad» y su condición de «buen economista», señaló dicho observatorio a partir de una serie de entrevistas. Los defectos que destacaron los consultados, fueron «su carácter violento, soberbio e impulsivo».
El Papa es uno de los blancos preferidos del ultraderechista de 52 años que emergió como «un economista que realizaba declaraciones explosivas en debates televisivos» y que, ya como diputado desde 2021, ha desarrollado un agresivo discurso del que no se tiene memoria.
«Habría que informarle al imbécil que está en Roma, que defiende la justicia social, que sepa que es un robo y eso va en contra de los mandamientos», dijo a los gritos sobre el Papa Francisco en una de las entrevistas más virales de los últimos tiempos.
Y siguió, casi chillando, con la cara enrojecida: «¡Lo voy a decir de frente! ¡El papa es el representante del maligno en la Tierra ocupando el trono de la casa de Dios!».
La actitud de Milei recuerda a la de Donald Trump y Jair Bolsonaro, que gobernaron Estados Unidos y Brasil, respectivamente.
«Defendemos la propiedad privada, el libre mercado, la libertad de expresión», afirmó Bolsonaro, presidente de Brasil entre 2019 y 2022, al destacar los valores que comparte con el argentino.
Para Milei, en tanto, Trump entendió cabalmente que «la pelea es contra el socialismo».
El economista ha apuntado sus cañones contra dirigentes latinoamericanos a los que les «reprocha su defensa de la justicia social, un concepto inaceptable para él que aboga por la casi nula intervención del Estado en la economía».
Algunos son los gobernantes de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, y de México, Andrés Manuel López Obrador.
Javier Milei también tildó de «pelado asqueroso y gusano arrastrado» al alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta.
«A un liberal no le podés ni lustrar los zapatos, sorete (sic). Te puedo aplastar aún en silla de ruedas», afirmó cuando peleaba por la banca de diputado.
A la clase política la considera una «basura» y los economistas que lo cuestionan no escapan a sus dardos: a uno recientemente lo tildó de «mogólico».
A los periodistas los llama «ensobrados» en alusión a sobres de sobornos que cobrarían por atacarlo, o «burros». «Opinás de cosas que no sabés un carajo. Estás diciendo una burrada y estoy tratando de desasnarte», le espetó a una reportera.
El premio Nobel de la Paz argentino Adolfo Pérez Esquivel se ha referido a Milei como «un desequilibrado» y anticipó que «si llega al gobierno va a ser la destrucción del país».

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