EL GUSTITO DE VIVIR DE LA POLÍTICA Y DE LA PLATA DEL CONTRIBUYENTE…

Sin dudas, Jorge Sívori, junto con el fallecido Héctor Moreyra, deben haber sido los concejales que mas veces ocuparon una banca. También lo fueron Rosario Curia, Orlando Reyes, Omar Acosta… pero el doctor Sívori rompió las marcas.
El principal problema no es que haya ocupado tantas veces un escaño de concejal, porque el propio Mussi lo viene haciendo en el municipio.
El tema es que Mussi, por ejemplo, cambió en 180° la vida de Berazategui, y transformó el ‘patio trasero’ de Quilmes, en uno de los distritos mas pujantes del Gran Buenos Aires.
En cambio, Jorge Sívori siempre se destacó por estafar al erario público. De lunes a viernes, trabajó siempre en sus consultorios médicos. Y los días de sesión -dos veces por mes- aparecía un rato antes, transitaba la hora de sesión y después de iba. Pelito ‘pa la vieja.
Hubo una época en que «lo amenazaron» desde la presidencia del Cuerpo con sancionarlo, ya que el Reglamento cuenta para ello, con tres faltas consecutivas o cinco alternadas para aplicar una medida.
Nunca se cumplió ésto ni son él ni con ningún concejal, porque todos son cómplices en eso.
Jorge Sívori, jubilado y actualmente viviendo en Quilmes, gustó muchos años de las mieles del poder y de cobrar su dieta de concejal sin trabajar.
Y ahora, empezó a mostrar sus intenciones en las redes, de proyectarse nuevamente para concejal. Y ni siquiera busca sentar en una banca a un militante.
La única vez que «sentó a alguien…» fue a puro peculado, a su propio hijo, al punto en que tuvieron actividad compartida ambos, en el hachecedé de Berazategui.
No le interesa, sin dudas, ni producir algo positivo para Berazategui, porque de haber sido así, habría concurrido mas seguido al Concejo, y no dos veces por mes, como siempre hizo.
No le interesa ningún proyecto político especial, dado que llegó como concejal de la mano de Menem, del Frente Renovador, de Cambiemos y ahora, estaría probando suerte desde el PRO, según él mismo se muestra.
Se sacó alguna que otra foto con Cristian Ritondo, posible futuro presidente del PRO Bonaerense en una casa prestada -ni siquiera alquilada- que cortaron el pasto, pintaron el frente con cal, unos afiches de Ritondo y ¡vualá! ya armó el decorado.
No prosperó ni en el ‘21 ni en el ‘23, pero ya lanzó su propuesta «Sívori 25». Es sabroso el gusto de robarse los dineros de los contribuyentes estafando en su buena fe a quienes lo votaban creyendo que habría un concejal trabajando a pleno por Beraza-tegui, y no un ‘ñoqui’ que se sentaba dos veces por semana para justificar llevarse la plata…
Hoy evidentemente está tentado de disfrutar de las casi 700 lucas de dieta que cobran los concejales, aún cuando está jubilado. 700 mil pesos del erario público, plata de los contribuyentes, sin hacer nada -como nunca hizo- viviendo en Quilmes y sin siquiera importarle promover que otro u otra se siente en el escaño.
Es él, fue él y quiere seguir siendo él…