LOS INTENDENTES, INDEFENSOS ANTE LA INSEGURIDAD Y ANTE LA FALTA DE RESPUESTA DE KICILLOF
La incipiente inseguridad que se vive en nuestra región, que incluye los distritos de Quilmes, Berazategui y Florencio Varela, sigue dejando al descubierto el eventual abandono que el Gobierno bonaerense hizo en esta materia.
La situación de la delincuencia, presenta urgentes desafíos. Según los informes más recientes, Quilmes ha experimentado un preocupante aumento en incidentes de robos y asaltos, especialmente en áreas residenciales y comerciales.
En particular, se han reportado aumentos en los robos de vehículos y en casas habitadas, lo que ha generado preocupación entre los residentes y autoridades locales.
En Berazategui, la delincuencia también ha sido un tema recurrente, con varios casos de robos y violencia reportados en diferentes barrios, aunque en notable menor porcentaje que los otros partidos de la región.
Las autoridades municipales han implemen-tado, en Berazategui, diversas medidas de seguridad para intentar controlar y disminuir la situación, incluyendo el aumento de recorridas con móviles, y la instalación de más cámaras de vigilancia.
El partido de Florencio Varela no es ajeno a estos problemas. Aunque se han realizado esfuerzos para mejorar la seguridad, los residentes todavía reportan crecientes incidentes de robos y hurtos.
La municipalidad varelense ha incrementado las acciones de saneamiento y mantenimiento de infraestructuras, lo que incluye la limpieza de desagües y sumideros, buscando mejorar las condiciones generales y reducir situaciones de riesgo que puedan derivar en actos delictivos.
En general, la región enfrenta un desafío significativo en términos de seguridad pública, y tanto los gobiernos locales como los ciudadanos están buscando soluciones para mitigar estos problemas y mejorar la calidad de vida en sus comunidades.
¿QUE HACE LA PROVINCIA?
Pero frente a la creciente inseguridad en la provincia de Buenos Aires, el gobierno de Axel Kicillof ha implementado flojas medidas para intentar controlarla.
Algunas de estas, incluyen instalación de Cámaras de Seguridad en el Transporte Público, acelerando la colocación de cámaras en los colectivos.
Esta medida es parte de un flaco esfuerzo para mejorar la vigilancia y la seguridad en el transporte público, iniciativa que incluye el uso de tecnología avanzada como la inteligencia artificial para el monitoreo en tiempo real.
También buscan la proliferación de una Aplicación para Denuncias: La provincia ha lanzado una aplicación móvil que permite a los ciudadanos denunciar robos, narcotráfico y corrupción policial de manera anónima y segura.
Esta aplicación está disponible tanto en App Store como en Google Play, y se puede acceder también a través de una página web dedicada.
«La iniciativa busca aumentar la transparencia y la eficiencia en la respuesta a las denuncias» ensayaron desde el ministerio de Seguridad bonaerense.
También siguen apelando a la modalidad de «Reclutamiento de Nuevos Policías»: La Policía Bonaerense sigue abriendo inscripciones para nuevos cadetes en este 2024.
El «esfuerzo» incluye la modificación de los límites de edad para los aspirantes y la exigencia de cumplir con ciertos requisitos educativos y psicofísicos.
Según el gobernador Kicillof, «se espera que aumentar el número de policías ayude a mejorar la seguridad en la provincia».
Para algunos, estas medidas reflejan «un intento de abordar la inseguridad de manera integral, utilizando tanto la tecnología como la ampliación de las fuerzas de seguridad». Sin embargo, la situación sigue siendo un desafío constante para las autoridades municipales y la comunidad.
PUENTE ROTO
Lo que mas deja una herida abierta en los habitantes de la provincia, es que los inten-dentes, frente a los reclamos de la gente, suelen lavarse las manos diciendo que «la seguridad le corresponde a Provincia, al gobernador…».
Pero frente al creciente reclamos de los bonaerenses, lejos está presto el oído de Kici-llof, que en vez de asumir su propia responsabilidad, termina echando la culpa «al presidente Mieli», como si la Casa Rosada tuviera en sus manos el manejo de las herramientas que combatir la delincuencia en la provincia de Buenos Aires.
