CUANDO LOS JUBILADOS NO LE DUELEN AL GOBIERNO…
Haciendo ‘gala’ de su poder personalista, egoísta y narcisista, el presidente del país Javier Milei no titubeó en vetar una ley que podría servir para mejorar los haberes de los jubilados argentinos.
Aduciendo que el país «no posee los recursos suficientes» para afrontar esa mejora a la Tercera Edad, Milei simplemente y a los gritos de «me importa un car…» simplemente rebotó la esperanza de los abuelos, de poseer un peso mas para llegar, aunque sea, a la mitad del mes…
Milei debería explicarle al país cómo, si no hay plata -como el dijo tantas veces- para mejorar los haberes de nuestros abuelos, como fue que de la noche a la mañana envió un proyecto para derivar 100 mil millones de pesos para un solo organismo del Estado, la SIDE, o -si no hay plata- cómo se afrontan los escanadolosos sueldos de senadores, diputados, funcionarios que perciben cifras astronómicas, mientras los abuelos pasan tristes días de hambre y carencias, parecidas a los de un millón de chicos que se van a dormir con una sola comida en sus castigadas y hambrientas pancitas…