CRISTINA KIRCHNER BUSCA HUNDIR EL ACUERDO CON EL F.M.I.
Los principales observadores del Congreso, destacan que los senadores que responden a la jefa del PJ, Cristina Kirchner, intentarán frenar el acuerdo entre el gobierno de Javier Milei y el FMI ya no con el voto en contra del DNU que lo autoriza, sino con una advertencia que le hicieron llegar por nota a la directora del organismo, Kristalina Georgieva, en la que advirtieron que «el peronismo no reconocerá nada de lo acordado en estas condiciones».
La embestida de la ex presidente condenada por delinquir contra el país, tuvo lugar horas antes de que empezara a discutirse en la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, el DNU que autoriza a Milei y al ministro de Economía, Luis Caputo, a firmar el nuevo Programa de Facilidades Exendidas, y de su votación prevista estas horas.
El acuerdo con el Fondo Monetario aún no está cerrado. El DNU de Milei lo autoriza anticipadamente y el oficialismo ya contaría con los votos para aprobarlo, según adelantan fuentes parlamentarias.
En ese marco, la nota que el kirchnerismo envió al directorio del FMI apunta a «frenar la negociación con la advertencia de que cerrar un acuerdo de crédito a través de un DNU es incompatible con las leyes vigentes», pero, sobre todo, con el aviso de que «lo desconocerán si avanzan».
A esta altura, los senadores de Cristina Kirchner se encargaron de «recordarle al FMI» que «el peronismo tiene una amplia representación en el Congreso y sigue siendo una alternativa de poder en la Argentina».
En definitiva, el kirchnerismo intentan plantearle al organismo «un problema a futuro con el país, ante un eventual cambio de gobierno».
LA CARTA DE CFK
La carta que lleva las firmas de José Mayans, Juliana di Tullio y Anabel Fernández Sagasti, máximos referentes del bloque ‘K’ Unión por la Patria -línea directa con Cristina Kirchner, está dirigida a Georgieva en primer término, a los miembros del Directorio y al staff del organismo.
Allí los kirhneristas les advierten que el DNU firmado por Milei «es incompatible con la legislación vigente, ya que contradice a la Constitución Nacional que en su artículo 75 determina que corresponde al Congreso Nacional arreglar el pago de la deuda interior y exterior».
En la misma línea, señalan que «tampoco cumple con la Ley 27.612 de Fortalecimiento de la Sostenibilidad de la Deuda Pública, que obliga a que el Congreso sancione una ley que apruebe expresamente cualquier cambio en las operaciones de crédito, y el DNU tampoco establece ni montos, ni condiciones financieras, mucho menos las condiciona-lidades y metas que el organismo le fija a la Argentina».
Con estos argumentos, los delegados de Cristina Kirchner cuestionaron que el acuerdo quede bajo «un manto de secreto inenten-dible» y advirtieron que «el FMI debería considerar las consecuencias que se generarían» si se firma el nuevo acuerdo en estas condiciones, incluidas «las que incumben al rumbo político de la Argentina».
En ese aspecto, lanzaron que «De continuar por este camino que no respeta la legalidad vigente nuestra fuerza política, que tiene una importante representación otorgada por el pueblo argentino tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado de la Nación, no reconocerá este acuerdo, ni esta deuda, ni los compromisos contraídos».
Sin dudas, la ’apretada’ busca generar impacto en el Directorio del FMI para que la negociación con el Gobierno entre en pausa y para que el DNU 179/2025 no sea tenido como suficiente por parte del organismo, en caso de que se apruebe como espera el oficia-lismo.
El aval de una sola Cámara alcanza para dejar firme cualquier decreto de necesidad y urgencia.
Si bien la maniobra es de dudoso éxito, podría generarle algún inconveniente al Gobierno, que quiere esperar a la resolución del Congreso sobre la validez del DNU para luego sentarse con el staff técnico del FMI para cerrar el nuevo acuerdo, según dejó trascender la Casa Rosada.
La advertencia que enviaron los senadores de Cristina sobre el futuro desconocimiento de la deuda y las condiciones que se acuerden intenta así plantear interrogantes en el seno del FMI sobre el cumplimiento futuro del acuerdo que firmen con Milei y también sobre el respaldo a las medidas que respondan a ese entendimiento.