La jugada inédita de Trump y Milei, dejó en estado de shock a Kicillof y al kirchnerismo
El tuit de Cristina Kirchner «hay olor a default» quedó añejo ante el formidable apoyo de Trump al gobierno de Milei. El peronismo quedó shockeado…
Los dirigentes del peronismo bonaerense, el kirchnerismo y aquellos que se enrolan en una especie de calle del centro político, como los gobernadores que integran Provincias Unidas, quedaron paralizados, perplejos y debieron leer más de una vez los posteos de Scott Benson, secretario del Tesoro estadounidense, manifestando un menú amplio de apoyo financiero con dólares crocantes y sonantes para la administración de Javier Milei que atravesó los peores días de su gestión desde que perdió, de manera contundente, las elecciones legislativas bonaerenses.
El apoyo inédito de un gobierno norteamericano a su par argentino sellando una unión que debería ser calificada de forma más explícita que la que rigió durante los años de Carlos Menem y de George Bush (p), sintetizada en la fórmula «relaciones carnales», es un golpe formidable a las expectativas del peronismo para regresar al poder más pronto que tarde.
Si bien la decisión la tendrán los ciudadanos argentinos a fines de octubre, los anuncios que llegan desde Washington y Nueva York, significan un shock vitamínico decisivo para los libertarios que deberán convencer al electorado que realmente «comienza una nueva era» en el país, según expresó el ministro de economía, Luis Caputo.
La oposición quedó sorprendida
Mientras que Javier Milei se aprestaba a entrevistarse con Donald Trump, Axel Kicillof, enseñaba a la población a votar con la boleta única de papel, un avance para la ciudadanía, calificada como «un capricho de Milei» por el gobernador bonaerense. Desde entonces, no se conocen definiciones claras del principal candidato opositor a la gestión libertaria.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, viajó a Nueva York para participar de un homenaje al expresidente de Uruguay, José ‘Pepe’ Mujica en el marco del Congreso Panamericano, la Universidad de Nueva York, el Foro de la Iniciativa Mujica y el Remarque Institute.
Pero el kirchnerismo parece haber quedado más fuera de lugar que el axelismo. La técnica bolchevique de «Cuanto peor, mejor», adoptada por Cristina Fernández de Kirchner desde su prisión domiciliaria, no parece tener posibilidad de cristalizarse. Su frase vaticinando, entre jocosa e irónicamente, «hay olor a default», parece haberse esfumado con los pactos alcanzados entre Milei y Trump.
El candidato de consenso bonaerense dentro de la interna peronista, Jorge Taiana, reaccionó pidiendo a los integrantes del Congreso nacional que «sean muy severos» con las condiciones de pago del crédito ofrecido por los estadounidenses.
La ley de fortalecimiento de sostenibilidad de la deuda pública, impulsada por el ex ministro de Economía de los Fernández, Martín Guzmán, dispuso en su artículo 1º que la Ley de Presupuesto debe prever un «porcentaje máximo para la emisión de títulos públicos en moneda extranjera y bajo legislación y jurisdicción extranjeras respecto del monto total de las emisiones de títulos públicos autorizadas para ese ejercicio», y que para superar ese porcentaje máximo se requiere autorización del Congreso».
Itaí Hagman, otro candidato del peronismo porteño, prefirió hablar de soberanía nacional y se preguntó «¿Qué margen tiene Milei para tener, en el futuro, un posicionamiento internacional diferente en cualquier tema de lo que diga Estados Unidos? A partir de ahora nos gobierna Donald Trump», y lanzó «El 26 de octubre votamos si tenemos o no tenemos patria».
Hagman parece olvidar que la propuesta del peronismo bonaerense de más soberanía pasa por un acuerdo de gobernabilidad con la China de Xi Jinping, adversario directo de los Estados Unidos de Donald Trump.
