LA INVESTIGACIÓN SOBRE EL BARRIO MUNICIPAL DEL INSTITUTO DE LA VIVIENDA MOSTRARÍA LA ‘SOCIEDAD’ DE ROCCHETTI Y NOEMÍ GIMÉNEZ

El reciente movimiento iniciado por el Instituto de la Vivienda de la provincia de Buenos Aires para con el barrio ‘municipal’ de la ruta 36 y calle 24, evidenciaría una ‘sociedad’ entre quienes manejaban el Sindicato de Trabajadores Municipales de berazategui en aquellos años, Noemí Giménez y Enrique Rocchetti.
El complejo de viviendas en cuestión, se inició en 2005, cuando Noemí Giménez era la secretaria General del gremio municipal, y Enrique ‘Cholo’ Rocchetti, su secretario de Finanzas.
En 2006 el Instituto de la Vivienda entregó los primeros duplex del barrio, en un acto en el cual estuvo presente el secretario de Obras Públicas de la Nación, José ‘Bolsos’ López.
A partir de ahí, los dineros que manejó sobre ésto el Sindicato Municipal, sigue siendo un verdadero misterio, aunque lo que no fue magia es como desapareció el dinero que hubo en todo ésto.
Por ejemplo, el Instituto de la Vivienda de la provincia giró un cheque por $ 137.269 para el acopio de los materiales para la obra de gas del barrio, cheque que recibió -parece- la secretaria General del gremio, Liria Noemí Giménez.
El contrato inicial había sido con la empresa ‘Acorde’ de la zona, de un tal Romero.
Junto con Rocchetti -tesorero del gremio- el cheque fue depositado en una cuenta del banco Credicoop, y luego -trascendió- ese monto habría sido retirado por Rocchetti y Giménez mediante cheque N° 8279, desconociéndose desde ahí, el destino de los fondos, ya que nunca se hizo la obra de gas natural contratada.
También se investigará cómo se justificaron en las cuentas del Sindicato Municipal, el descuento que se les hacía a los habitantes del barrio en concepto de ‘baño de planta baja’ y que era -en aquellos años- unos $ 1.500 por vivienda.
El ‘baño de abajo’ fue un ‘invento’ que manejó el STMB con la gente, ya que cuando se entregaron las viviendas, debajo de cada escalera en la planta baja, había unos baños ‘adicionales’ que ‘se le permitió’ al Sindicato cobrarlos.
Para ello, los trabajadores sufrían descuento directamente de sus sueldos pero -curiosamente- como «gastos de proveeduría». Otro dinero ingresante cuyo destino final nunca se supo.
Los manejos que hacía esta dupla, trascendió las puertas del Sindicato Municipal y hubieron muchos problemas con proveedores del gremio que no cobraban hacía años.
Uno de ellos, aparentemente estafado por Giménez con la compra de un auto, cuando quiso profundizar su reclamo por las enormes deudas que había contraído el Sindicato a través de la dupla Giménez & Rocchetti, descubrió que la secretaria general estaba inhibida, y habían fundido el STMB al punto que les cerraron las cuentas bancarias N° 6078 y 6079 de la sucursal Berazategui que estaban -precisamente- a nombre del STMB…