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¿ QUE PASÓ REALMENTE CON PEDRO CORIA, EL OCCISO DE LA BOLSA EN LA CABEZA ?

La aparición -hace un par de semanas atrás- de un cadáver al costado de la vía, con una bolsa de nylon en la cabeza en Lisandro de la Torre entre 10 y 11 de Berazategui, a las claras hablaba de una ‘ejecución’ de una persona.
Cauta, la fiscal interviniente caratuló la investigación como ‘averiguación de causales de muerte’. El occiso fue identificado como Pedro Jacinto Coria, de 70 años, vecino que vivía en 129 y 10 de nuestro distrito.
Era albañil y cristiano pentecostal. «Mi papá se dedicaba a la albañilería y era muy querido por todos. Era evangelista Pentecostés, lo único que hacía era predicar la palabra de Dios, no tenía maldad» declaró su hija Analía.
Tras la intervención de los médicos forenses, que analizaron el cuerpo en general, y las vísceras en particular, declararon que el occiso no evidenciaba agresión de ningún tipo, y que en su organismo no había restos de sustancias que pudieran haber afectado su salud física ni mental.
La familia declaró que la vida de Pedro era «normal, iba a la iglesia y era albañil…», mas allá que alguien inicialmente había deslizado que estaba ‘muy deprimido’ como apuntando a ‘justificar’ un hipotético suicidio.
Hoy por hoy, los sabuesos policiales creen que, efectivamente, Coria podría haberse quitado la vida él mismo. Concretamente, la hipótesis mas fuerte sobre su muerte es la del suicidio.
Ahora, hay situaciones en esta muerte que no cierran para nada. Primero, Coria fue encontrado con una bolsa de nylon tipo ‘consorcio’ en su cabeza, atada con doble nudo, y encima de ella, una bufanda anudada. Las manos del occiso asían cada una de las puntas cuando fue encontrado.
Dicen que creen que intentó a último momento, desatar la bufanda al faltarle el aire. Los criminólogos saben que, primero y principal, si tenés una bolsa de nylon y una bufanda anudada, es un reflejo humano e incontrolable que la persona intentará desesperadamente arrancarse rápidamente la bolsa -que se rompe enseguida- y no desatar una bufanda y dos nudos de la bolsa de nylon. Segundo, si buscara quitarse la vida y no tendría graves problemas, dificilmente camine al lado de la vía y en vez de tirarse bajo un tren, el hombre haya buscado una muerte tan desesperante, tan horrible…
Pero hay un punto peor en todo esto. Coria era un cristiano evangélico predicador, según su propia familia. Ningún cristiano evangélico practicante activo se suicida, porque sabe que eso es absolutamente en contra del 6to. mandamiento bíblico «no matarás» (Éxodo 20: 13) y si Coria era un predicador como lo define su familia, jamás atentaría contra su propia vida.
Definitivamente, debería replantearse la investigación sobre la muerte de Pedro Jacinto Coria, quien muestra muchas circunstancias negativas sobre un supuesto ‘suicidio’…

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