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A TRES AÑOS DEL RECLAMO POLICIAL, SOLO QUEDARON TENDALES DE POLICÍAS SANCIONADOS…

La semana pasada se cumplieron tres años del reclamo de la Policía Bonaerense que llegó hasta la puerta misma de la Quinta Presidencial de Olivos.
Fue el mas simbólico y jugado acto de protesta de la fuerza de la provincia de Buenos Aires.
Pero que tuvo como principal resultado, un ‘tendal’ de uniformados sancionados, y un silencio en casi todos los reclamos que se hicieron. El ministro -lamentable ministro- de Seguridad de la provincia, Sergio Berni, no solo que tras sancionar a muchos efectivos, hizo oídos sordos al reclamo, terminó burlándose de la tropa ‘creando’ una supuesta fuerza de elite, el UTOI…
Mientras tanto, hasta el momento nada cambió para los uniformados bonaerenses.
Como dijimos, lo que siempre queda luego de cada justo reclamo por sus derechos laborales, en un río de policías sancionados y exonerados.
En la actual coyuntura electoral que se vive, los candidatos -que no sean del Gobierno actual- deberían tener presente que los policías de la provincia de Buenos Aires, se encuentran dentro del grupo de trabajadores más precarizados de la administración pública. Tienen salarios muy bajos, lo que los obliga a recurrir a la sobrecarga de horas de trabajo, mediante las horas CORES y POLAD en el caso de la policía bonaerense, y que les terminan pagando meses después de haber cumplido con esos servicios, cuando el pago debe ser a mes vencido.
También se sabe que los lugares y las condiciones de trabajo donde desempeñan sus funciones, no cubren mínimas necesidades para poder cumplir con sus tareas en un clima de seguridad. Inclusive el ‘cuartel general’ del UTOI en Puente 12, es el hábitat mas sucio, húmedo y abandonado actual, que se parece mas a un aguantadero de malandras que un cuartel de tropa de elite policial.
El personal policial o de cualquier otra fuerza de seguridad del país, carece de cualquier herramienta para defender sus intereses profesionales, ya que les está vedado cualquier tipo de agremiación.
Las veces que han intentado algún reclamo, han sido castigados o exonerados.
En este aspecto, esa situación es común a todas las fuerzas de seguridad del país. En 2012 se produjo un levantamiento de Gendar-mería Nacional y de la Prefectura Naval, como consecuencia de la liquidación de haberes y allí comenzó una protesta en la sede de ambas fuerzas por el término de una semana.
Este fue el primer reclamo que realizaron las fuerzas federales en defensa de sus derechos laborales y salariales, y reflejaba las graves diferencias que existían entre oficiales y suboficiales.
También se reclamaba por las condiciones de trabajo de los gendarmes, lejos de sus familias, con viáticos muy bajos y en malas condiciones laborales.
Como no podía ser de otra manera, el conflicto terminó con la remoción de 40 gendar-mes, incluido el líder de aquella manifestación, el gendarme Raúl Maza.
También reclamaron por sus derechos los policías de la provincia de Córdoba en el año 2013, con idénticos resultados, incluyendo algunos policías detenidos por el levantamiento que llevaron a cabo.
Este cuadro bastante acotado por los reclamos que se han realizado a lo largo de los últimos años, por parte de los miembros de las fuerzas de seguridad en Argentina, y que no han tenido hasta el momento, solución alguna.
La policía de la provincia de Buenos Aires hizo su reclamo ante la justicia, para obtener su personería gremial, pero fue rechazada por el ministerio de Trabajo, teniendo que llevar el trámite judicial ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que en un fallo muy apretado de tres votos contra dos, en el año 2017, resolvió que los policías no podían sindicalizarse en Argentina.
La situación de los policías bonaerenses fue agravada durante el gobierno de María Eugenia Vidal y su ministro de seguridad Cristian Ritondo, cuando procedieron a desenganchar a los policías de la provincia de Buenos Aires, de la negociación paritaria que tenían los empleados de la educación.
Los policías tenían el mismo aumento que los maestros, pero durante el gobierno de Vidal, esto se anuló, dejando a los policías sin ningún tipo de representación en la negociación paritaria. Este es el origen profundo del reclamo de septiembre de 2020.
Nadie le hizo más daño a los policías bonaerenses que la dupla Vidal – Ritondo, ni siquiera la espantosa gestión de Sergio Ber-ni.
Se encuentra planteado el problema. Los candidatos que pretendan el voto de las fuerzas de seguridad tendrán que analizar la manera de alcanzar la sindicalización policial para que puedan tener un intérprete para reclamar sus derechos tanto en cuanto a las condiciones de trabajo como en cuanto a la negociación paritaria.

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