EL MILLONARIO HUGO MOYANO ‘SE JUEGA EL RESTO’ EN UN PARO PARA NO IR PRESO
El avance de la Justicia argentina contra los co-rruptos sindicalistas que se hicieron millonarios y están terminando tras las rejas, puso en jaque a uno de los mas poderosos y mafiosos gremialistas del país: Hugo Moyano.
Ante el evidentemente imparable cuestiona-miento judicial que podría llevar al líder camionero a la cárcel, éste decidió jugarse todas las fichas a un paro contra el Gobierno (aunque encubiertamente, sin dudas es contra la decisión judicial de investigarlo) lo que ha dividido al gremialismo argentino, ya que muchos que inicialmente estaban alineados con sus planes de la ‘medida de fuerza’, luego fueron bajándose del embate y hoy son pocos los que están apoyando la pulseada de Moyano.
Moyano es, posiblemente, un multimillonario sindicalista que supo maniobrar entre los distintos poderes políticos gobernando las acciones de otros con apretadas, movilizaciones y comprando con su fortuna, lo que necesite para crecer en el poder. Nació el 9 de enero de 1944 y posee domicilios en San José 1781 de Capital Federal; B. Roldan 239 Mar Del Plata y Grecia 2122 también de Mar Del Plata.
Moyano fue elegido por primera vez delegado gremial a la edad de 18 años, en 1962, en la em-presa Verga Hermanos de transporte automotor. Así comienza a militar en forma activa en el Sin-dicato de Choferes de Camiones, en su Sec-cional Mar del Plata. Llegó hasta su órgano directivo, en donde ocupó varios cargos hasta que finalmente llegó a la secretaría general en 1971. Dirigió la Juventud Sindical Peronista en Mar del Plata. Desde allí se dedicó a identificar y capturar Montoneros tal como hizo explícito mediante un comunicado publicado en el Diario «La Capital» de Mar del Plata en septiembre de 1974.
Al restaurarse el régimen democrático en el país en 1983, pasó a ser secretario general del Partido Justicialista de Mar del Plata. En 1984, luego de elecciones dentro del gremio pasa a ocupar el cargo de secretario Gral. Adjunto del Sindicato de Choferes de Camiones de Buenos Aires.
En 1987 triunfa en las elecciones y accede a la Secretaría General con lista propia, siendo re-electo en 1991, 1995, 1999 y 2003.
Junto con Juan Manuel Palacios y Alicia Castro formaron la Unión General de Trabajadores del Transporte, que dio origen al MTA (Movimiento de los Trabajadores Argentinos). Actualmente es el secretario General de la Confederación Ge-neral del Trabajo de la República Argentina (CGT).
FORTUNA
Desde 2010, el patrimonio del líder sindical y de su familia están siendo investigados en la justicia federal argentina, desde que el fiscal Patricio Evers decidió husmear en un supuesta estafa al Estado, por lo que imputó a Moyano un posible delito de administración fraudulenta.
Las pesquisas se basaron a su vez en una denuncia de la que fuera ministra de Salud Gra-ciela Ocaña, quien en 2009 acusó a Moyano y a la CGT de haber organizado un imperio socie-tario de proporciones colosales.
Lo más escandaloso del tema radicó que en el líder sindical comenzó su carrera como millo-nario, registrando empresas a nombre de va-rios de sus parientes más cercanos, quienes acrecentaron su patrimonio utilizando dinero de los fondos de obras sociales destinadas a la lucha contra el cáncer y el VIH.
La actual esposa de Hugo Moyano (tercera en la
lista de matrimonios) se llama Liliana Zulet y el propio Hugo admitió públicamente que ella «era la coordinadora de la Obra Social» y que utilizó ese monto, aunque con fines bien distintos a los designados por el Ministerio de Salud.
A nombre de esas empresas figuran también pro-piedades utilizadas por Moyano de manera personal, que le han proporcionado no menos de 20 millones de dólares.
El líder sindicalista se defendió de las acusa-ciones argumentando que su patrimonio pro-venía de su sueldo mensual como presidente de la Obra Social de Conductores Camioneros, de la Obra Social de los Choferes y secretario ge-neral del Sindicato y de la Federación.
Esos emolumentos significan una bicoca cercana a los 20.000 pesos, unos 4.000 dólares, lo que permite al «sindicalista» y toda su familia com-prar en las parisinas Galerías Lafayette todo tipo de productos, cuando acude de vacaciones a la Ciudad de la Luz.
Curiosamente, durante saqueos en varios super-mercados argentinos se produjo la detención de uno de los compañeros de Moyano del sector Camioneros, Héctor González, que junto a otros «trabajabores» no optaron por llevarse alimentos en el asalto, sino que eligieron aparatos de TV de última generación, whisky y vino de marca.
La corrupción de la familia Moyano salpica a la propia hija de la Zulet, Valeria Salerno, quien registró la sociedad Iarai S.A., firma encargada de manipular el dinero recibido por Conducir Salud, una suerte de gerencia de la «obra social» camionera.
Moyano, no satisfecho, se introdujo en el negocio de la construcción, creando para ello la empresa Aconra S.A., de la que Valeria figuraba como vicepresidenta desde 2007, facturando en su primer año de gestión la nada despreciable canti-dad de 17 millones de pesos.
Hace unos meses, el abogado de Moyano, Daniel Llermanos, hablando en una emisora del país, preguntado acerca de si no era una contradicción que Moyano criticara a los gremialistas de los años 90 por ser millonarios, cuando él también se había vuelto rico, respondió: «Lo que Hugo cuestionaba era a los sindicatos pobres con sin-dicalistas ricos, el sindicato de camioneros es un sindicato muy rico, pero muy rico».
A través del holding de empresas, Moyano y Zu-let ampliaron su red de propiedades en Parque Leloir. Dixey SA compró tres propiedades en la calle De los Baqueanos, de las cuales una de ellas es una imponente mansión que tiene un ala sin terminar desde hace años. La obra inconclusa no es impedimento para que uno de los hijos de Moyano frecuente la quinta. Las otras dos tienen una elevada valuación fiscal: una de $5.176.729 y la otra de $3.280.562. «Todo indicaría que los bienes de Dixey son utilizados en beneficio par-ticular de los Moyano», indicó la UIF en su infor-me.
Hugo Moyano hoy tiene un patrimonio superior a los diez millones de dólares y un poder más cercano al sindicalismo empresarial que a los trabajadores.
Constituyó un imperio societario conformado por una droguería, una constructora, una em-presa de seguros, una empresa de carpintería metálica y una empresa textil. Dichas empresas fueron puestas a nombre de varios de sus parientes más cercanos.
Es dueño de lujosos autos y de casas suntuosas, una de las cuales es una quinta de diez mil me-tros cuadrados en el exclusivo Parque Leloir, valuada en un millón de dólares.
Está inscripto como autónomo – Relación de dependencia siendo su empleador la Federación Nacional de Trabajadores Camioneros y Obreros del Transporte Automotor. Moyano posee 41 asociados con posibilidades de firma de cheques: Federación Nacional de Trabajadores Camioneros y Obreros del Transporte Automotor; Víctor H. Pistone; Obra Social de Conductores Camioneros y Personal del Transporte Automotor de Carga; Hugo E. Godoy; Antonio A. Alizegui: Juan M. Araujo; Jorge R. Flores; Enrique R. Barraud; Manuel R. Gau-na; Jorge A. Guaymas; Emilio R. Rotela; Hugo Aladino Ulloga; Raimundo R. Díaz; Rubén Darío López; Julio C. Mahafud; Edgar E. Luján; César G. Torres; César M. Frugoni Zavala; Albino J. Pérez; Mario C. Maquiavelo; Obra Social de Choferes de Camiones; Armando R. Altamirano; Rubens D. Albornoz; Miguel A. Forte; Javier E. Liboreiro; César A. Sabando; Sergio H. Sánchez; Rubén H. Carabajal; Rolando O. Nicolino; Sergio F. Battaglia; Héctor A. Herrera; Margarita E. Valenti; Centro Educativo Club A. Independiente; Luis T. Felice; Héctor E. Maldonado; Víctor J. Cantero; Claudio G. Keblaitis; Pedro Larralde; Liliana Ruth Toribio; Federación Nacional de Trabajadores Camioneros y Obreros del Transporte Automotor.